martes, 5 de noviembre de 2013

Hoy observo en las redes sociales, específicamente en Facebook un artículo de la Nación http://www.nacion.com/foros/quiero-vivir-Costa-Rica_0_1376462348.html publicado por varios amigos, el mismo crítica nuestros ya conocidos problemas sociales relacionado por una melodramática que ya no desea vivir en nuestro país, por el simple hecho de realizar sus estudios superiores en el extranjero (supongo que en Finlandia, Dinamarca, Suecia o Noruega).

Al principio lo leo y le doy en cierta parte la razón, pero mi pensamiento queda gris. Luego me veo a mi mismo haciendo un postgrado en un país de primer mundo y me pregunto ¿Si viviera en otro país y observará todas esas facilidades que cuentan, cambiaría de parecer sobre mi país? Espero que si se me diera la oportunidad, no cambiar de parecer (toco madera).

Pero el punto es que América Latina es una las regiones más violentas del mundo, tenemos esa triste realidad desde hace varios años: tráfico de drogas, corrupción, violencia, prostitución de menores, entre otros más. Ahora resulta que una "iluminada" no quiere vivir en nuestro país porque ya se le olvido la realidad nacional, de donde se crío, de sus raíces y el de todo nuestro continente. La típica "poloncha" que se va a EEUU un mes y cuando vuelve ya hasta se le olvido hablar español.

Cualquiera pensaría: -pues mira  la muchacha tiene razón, Costa Rica es solo argollas, corrupción y violencia, ella tiene derecho a surgir, a superarse. Y le doy toda la razón uno a veces en un trabajo, no sabe como personas que se suponen deberían saber lo mínimo(llámese secretarias, asistentes y puestos de relleno entre otros), pepro ni saben ni donde están parados o peor aún los colocaron mágicamente en un puesto sin calificar. Más bien este tipo de gente lo que parecen haber aprendido es "serruchar el piso", contar chismes, "chuparle las medias al superior" o ganarse el jefe u jefes dando información de sus compañeros, que en suma confianza le han concedido, para "ganar" algún benficio.

Sí, esta Costa Rica es difícil, pero no me avergüenzo de ella, porque no me da pena mi casa, el techo que me cubre, el país en que somos libres de poder "irnos", si así lo quisiéramos a otro país, en busca de mejor calidad de vida. No me avergüenza comer gallo pinto, no me avergüenza de ser tico y vivir en este país, sí, así con sus defectos y virtudes. Sí, aunque gane Johnny Araya, pero no voy a darle mi voto a ese payaso. Aunque saquen a los reos por falta de espacio y presupuesto en las cárceles. Aunque la trocha sea el "chorizo" de retiro de Laurita, a costa de nosotros los costarricenses.

Soy consciente de que la realidad nacional es dura y difícil de llevar, pero si día a día pongo mi grano de arena, haciendo las cosas bien, pagando impuestos, evitando chorizos, no colarme en filas, no pagar a "zopilotes", este país puede llegar a cambiar. Pero no es solo responsabilidad de un candidato a presidente, que no sabe ni cuanto vale una caja de leche, ese peso es de todos nosotros como ciudadanos, el hacer una mejor Costa Rica, nosotros somos los verdaderos jerarcas de este país, los que tenemos la llave del cambio y esperanza.

Quejarnos no nos ayudará de nada, porque si solo hablamos y replicamos y no hacemos nada, haríamos lo mismo que "Johnnito", Laurita u "Orejitas" y todos ellos que solo dan discursos bonitos y nos quedaríamos de manos cruzadas.

Por último a esta niña Sofía le digo con todo sinceridad: -Si se quiere ir del país, dele gracias a Dios, que se puede ir, porque en otros ni eso pueden hacer. Mamita, la puerta esta abierta y el día de mañana que querrás volver a disfrutar de las bellas playas que tiene este país que tanta pena y trastornos psicológicos te producen, este te recibirá con las puertas abiertas como la hija pródiga que un día se avergonzó de su realidad nacional.